Terapia láser para perros

Es crucial personalizar el plan de tratamiento óptimo para su mascota, ya que cada animal es único en cuanto a sus necesidades y afecciones. Por ejemplo, si tiene un perro de caza, programar sesiones de terapia láser después de extensas cacerías puede ser beneficioso para aliviar el dolor muscular y proporcionar alivio. Por eso, lo mejor es que consultes a tu veterinario sobre lo que le ocurre a tu mascota, y él te ayudará a elaborar el mejor plan.

Durante una sesión de tratamiento típica, el perro se tumba en una cama acolchada o en una manta sobre una mesa o en el suelo. Su perro está despierto durante el procedimiento, y rara vez es necesario sedarlo o sujetarlo. De hecho, la mayoría de los perros consideran que el tratamiento es agradable, y pueden simplemente tumbarse y dormir durante la sesión.

A continuación, el veterinario utilizaría un láser terapéutico para administrar los tratamientos, con el animal simplemente tumbado. El médico moverá lentamente el mango de tratamiento hacia delante y hacia atrás sobre la zona tratada. Su perro sentirá un calor suave y relajante. Las sesiones duran hasta 30 minutos.

Para garantizar la seguridad, tanto el perro como las personas presentes en la sala deben llevar gafas para protegerse los ojos de la luz láser mientras se utiliza.

No, no es doloroso en absoluto. De hecho, puede disminuir eficazmente sus niveles de dolor. Durante el tratamiento, la terapia láser puede estimular puntos de acupresión que ofrecen alivio musculoesquelético. También puede bloquear los receptores nerviosos para reducir el dolor. Así pues, la terapia láser ofrece un enfoque cómodo y no doloroso para tratar el dolor en los animales.

Las sesiones suelen durar entre 15 y 20 minutos.

La duración de un tratamiento con láser depende de:

– el tamaño de la zona tratada

– la enfermedad tratada (si se trata de un problema crónico o agudo)

– el tipo de láser utilizado (los láseres se clasifican en cuatro clases, siendo el láser de clase 4 el de mayor potencia).

Depende de la enfermedad que se trate. Para las afecciones agudas, uno o dos tratamientos pueden ser suficientes. Para afecciones crónicas como la artritis o el dolor articular, es probable que se programe un tratamiento más intensivo (varias veces por semana) y luego se reduzca a sesiones semanales de refuerzo según sea necesario para controlar el dolor.

La terapia láser para perros desempeña un papel importante en un programa integral de tratamiento del dolor. Puede combinarse con diversas modalidades, como acupuntura, masajes, quiropráctica e hidroterapia, así como con medicamentos y suplementos.

La terapia láser es especialmente beneficiosa cuando las terapias tradicionales, como la prescripción de medicamentos para mascotas, no son adecuadas debido a enfermedades cardíacas, renales o hepáticas concurrentes. La terapia láser puede mejorar el confort y la movilidad de estos pacientes, ofreciendo una alternativa con efectos secundarios mínimos.

Una vez que la terapia láser se integra con enfoques farmacológicos y no farmacológicos, puede aumentar la eficacia en el alivio del dolor y la mejora del bienestar general del perro.

De nuevo, varía, ya que depende de para qué se utilice, pero la mayoría de las veces, la terapia láser se utiliza para algo como la artritis. Por lo general, el procedimiento se inicia cada pocos días durante las dos primeras semanas. Así pues, su perro suele acudir a la clínica al menos cada dos días, o como mínimo un par de veces a la semana para empezar. Pero una vez controlada la inflamación, la terapia láser programada una vez a la semana, o incluso una vez al mes, puede seguir siendo beneficiosa.